El diseño está en todas partes: en cada objeto que compramos, en los envases que rechazamos, en los medios de transporte que usamos, en los alimentos que consumimos, en las casas y las oficinas que habitamos… Estamos rodeados de diseño, aunque a veces no seamos conscientes de esto. El objetivo de esta exposición es demostrar que además el diseño es una fuerza de transformación social, una disciplina que nos ayuda a crear aquellos futuros con que soñamos, una profesión con capacidad de cambiar la realidad, desde las cosas más grandes, como una ciudad; hasta las más pequeñas, como un sencillo papel de seda para envolver una naranja.
Estamos rodeados de diseño, aunque a veces no seamos conscientes de esto.
La unión de estos dos elementos -ciudad y papel de naranja- es el punto de partida que La Exprimidora plantea para proponer un reto a un conjunto de diseñadores: ¿cómo será Castellón en el 2050? ¿Qué utopías son capaces de imaginar para la provincia?. El reto es doble, porque todo esto se plasma en papeles de seda para envolver naranjas, una manera de conectar con la identidad del territorio y apoyar a un sector agrícola fundamental para entender nuestra esencia.