Julián Barón García (Castelló de la Plana, 1978) ha construido su trayectoria profesional bajo la premisa de la imagen como herramienta social de pensamiento. A la vez que cuestiona los discursos hegemónicos que han servido para contar la historia, como es el caso, de la guerra civil española. En su último proyecto El laberinto mágico Barón revisita escenarios de este conflicto bélico que ha marcado el siglo XX del Estado español llevando a cabo recreaciones históricas, representaciones escénicas con una doble vertiente: lúdico y cultural por la que acercan al público contemporáneo las batallas que conformaron la guerra civil española.
El laberinto mágico, que toma su nombre del conjunto de novelas que el escritor Max Aub publicó sobre la guerra civil española, ha pasado ya por festivales como Getxophoto o Arte Photo Bcn.
Precisamente esta doble vertiente favorece que las representaciones de episodios históricos susciten interpretaciones ambiguas. El laberinto mágico propone una revisión del imaginario bélico sustentado en las imágenes del cine y los testigos fotográficos de los mismos corresponsales de guerra. En palabras del autor “estos simulacros se han convertido en un ejercicio que funciona como modelo de turismo bélico en diferentes lugares de la España olvidada. Esta tensión me mantenía en el papel de un reportero que viaja en el tiempo y toma fotografías digitales del teatro de la guerra civil”.
Su aproximación a estas recreaciones se manifiesta como un laberinto visual, un túnel del tiempo en que las imágenes de un pasado doloroso se unen a los símbolos más superficiales de nuestra cultura contemporánea. Una unión que va más allá del hecho meramente asociativo, puesto que la propuesta visual de la artista evidencia una superposición física de diferentes instantes; según relata el autor “a la hora de elegir una foto entre seis, decidí superponerlas todas: una maraña visual en que la superposición se percibe como un viaje del ojo en busca de la imagen total”.